PEKÍN/TOKIO- Las Bolsas chinas consiguieron ayer estabilizarse, después de que el lunes pasado se vieran obligadas a suspender por primera vez todas las operaciones tras registrar una fuerte caída. De esta manera, arrastró a la baja a los mercados de Europa y Estados Unidos.
El Shanghai Composite Index cerró con una ligera caída del 0,26%, tras haber caído hasta un 3% al inicio de la jornada y haberse recuperado hasta conseguir estar ligeramente en verde a mitad del día. En cuanto índice al CSI 300, que incluye las acciones de las 300 mayores compañías de Shanghai y Shenzhen, acabó la jornada con una pequeña subida del 0,28%. El ChiNext, similar al Nasdaq estadounidense, fue el que mayores bajadas registró, cerrando con un retroceso del 2,99%.
Las Bolsas de Tokio, por su parte, cerraron ayer con ligeras caídas.
El lunes las autoridades de supervisión chinas supendieron la cotización en las Bolsas de Shanghai y Shenzhen en base a un nuevo mecanismo de seguridad que entró en vigor ese día y que pretende impedir excesivas fluctuaciones en los mercados del país.
El mecanismo permite la suspensión de las operaciones bursátiles durante 15 minutos si el China Securities Index cae más de un 5%, y durante el resto de la jornada si cae más del 7%.
La medida excepcional se adoptó después de que en verano la extrema volatilidad de los mercados chinos provocara una intervención a gran escala por parte de las autoridades. Según la agencia Bloomberg, los últimos acontecimientos podrían haber provocado una nueva intervención del Gobierno. Según la información, fondos controlados por el Estado compraron ayer acciones.
Los reguladores, por su parte, advirtieron que la prohibición de venta de acciones impuesta a grandes inversores seguiría vigente más allá de su fecha de expiración, que se cumplía esta semana.
En este marco, los índices accionarios Dow Jones y S&P 500 cerraron la sesión con ligeras alzas, recuperando la calma tras las fuertes caídas en la primera sesión del año y pese a que los inversores seguían mostrando cautela. Luego de que flojos datos económicos en China hicieron que las acciones cayeran con fuerza el lunes, el gigante asiático inyectó unos U$S 20.000 millones de dólares al mercado, estabilizando a la bolsa. Una caída de un 2,5% de Apple arrastró a los tres grandes índices de Wall Street, mientras que una baja en los precios del petróleo y la fortaleza del dólar contribuyeron al flojo inicio de año de la Bolsa de Nueva York. (DPA-Reuters)